Jerusalén 4 de septiembre de 2017
A los Hermanos de nuestra provincia nuestra Señora de Guadalupe de Centro América, Panamá y la fundación de la Santa Cruz en Haití.
Hermanos y menores, para nosotros es una gran bendición escribirles, y saber que nuestros hermanos de la comisión de formandos están llevando a buen término esta bonita iniciativa de comunión, a través de la revista “Huellas Franciscanas”. Por tanto, queremos a través de esta revista describir nuestra experiencia que hace poco tiempo hemos comenzado, experiencia que significa compartir el trabajo misericordioso de Dios en nuestras vidas.
A seis meses, aproximadamente, que hemos dejado geográficamente el territorio de nuestra provincia, hemos estado preparándonos para comenzar la teología en Jerusalén, con el aprendizaje de la lengua italiana en Florencia; en esta ciudad estuvimos con frailes de la Provincia de la Toscana (Italia), Frailes que por su forma de vida, especialmente en la fraternidad donde estuvimos, es difícil permanecer indiferente y sin ser cuestionados por el testimonio coherente de lo que significa ser frailes menores. Una fraternidad de oración, trabajo sencillo, de familiaridad y servicio al pobre.
Actualmente nos encontramos en San Salvador, Jerusalén, en una fraternidad grande conformada alrededor de 80 frailes, de los cuales 40 somos estudiantes, el resto de frailes prestan su servicio en algunos lugares santos, otros son nuestros profesores, un grupo trabaja en la curia, otros son frailes en reposo (enfermería). También es una fraternidad que acoge muchos religiosos y sacerdotes peregrinos. A nivel formativo, este año seremos acompañados de dos Vice-maestros y un Maestro, que en conjunto animaran la formación.
De este modo, Salir de “nuestra” provincia rumbo al encuentro de frailes de diversas partes del mundo, con particularidades culturales propias de cada país; religiones determinadas por la historia, sus tradiciones, el modo de concebir la vida, ha provocado en nosotros temor al irrespeto de la otra persona, esfuerzo por construir lazos de amistad y dialogo, confronto con nuestra humanidad que en momentos quiere cerrarse a otras posibilidades, a otras visiones de ver la vida. Este es un llamado de reflexión que “en ocasiones” no hay caminos errados solo diversos caminos para llegar a la meta. La nuestra es la persona de Jesús, el hijo de Dios.
Hermanos, los frailes en esta tierra santa, son muy queridos, incluso hermanos de otras religiones bajo el estereotipo de radicales, en algunos casos protegen y animan a los frailes, porque a través de la historia muchos frailes como en América Latina, han respondido al odio con el amor. Esta es nuestra tarea.
Fr Gerson Alexander Rodríguez
Fr José Aristides Escorcia Israel
Muchos saludos hermanos. Bendiciones y ánimo en todo.
ResponderEliminarQue bonita y profunda experiencia para seguir encontrando el espíritu de Dios en las diferentes culturas y manifestaciones religiosas.